Antrhïn, La Corona de los elfos
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Antrhïn, La Corona de los elfos
bueno pues aqui esta mi primer relato
espero que os guste a todos y que voteis porque lo continue
seguramente a mucho les suenen los users xD
estos so los personajes:
- Spoiler:
ioli = princesa elfa
felomeno = mejor amigo de la princesa
Chiquix = reina de Antrhïn
Esturion = General de la guardia de Antrhïn
Jrcö = consejero de Antrhin
Sky Master = maestro en magia de Ioli
Xtanley = elfo silvestre de los bosques de Tälen.
Sando: Malo grandullon, jefe de los clröth
CAPITULO 1
- Spoiler:
Nuestra historia comienza en la ciudad de Antrhïn, capital del reino de los elfos, donde esta inmortal raza vive aislada del resto del mundo.
Inmensos bosques, donde viven mágicas criatura, rodean a estos seres y les protegen de los problemas de otras regiones, como los elfos dispusieron, pero no todos están a favor de es aislamiento…………
En el bosque de Tälen, dos jóvenes elfos corren ágiles entre los árboles…..
- Ioli: Deprisa Felomeno, ya falta poco para llegar a los limites del bosque.-(Ioli era una elfa joven y ansiosa por descubrir que había mas allá de su reino, muy activa y energética, pero marcada por su titulo de princesa del reino elfo. Su pelo era negro y largo hasta la cintura, con un recogido en la parte superior, sus ojos eran de un color violeta muy brillante, era de estatura media y complexión atlética pero femenina. Siempre levaba su carcaj y su arco, tallado por el mejor armero, a la espalda. Vestía con unas mallas negras, por encima un vestido hasta los muslos color blanco con encajes dorados ceñido a la cintura por un cinturón, con unas botas altas , por encima de la rodilla, una capa blanca con los mismos encajes del vestido cubría su espalda, no llevaba puesta la capucha.)
- Felomeno: Voy todo lo deprisa que puedo, eres tu la que va demasiado rápido.-(Felomeno también es un elfo joven, pero es mas sensato, descendiente de la segunda mejor familia del reino, siempre ha sido amigo de Ioli, a la que constantemente tiene que sacar de problemas. Su pelo era rubio, con destellos castaños, también largo pero menos que el de Ioli. Sus ojos eran verdes, y era alto y atlético. Siempre llevaba su espada a la cintura, era un regalo de su padre, la empuñadura era de oro con piedras preciosas incrustadas, la hoja estaba afilada, tanto que podría cortar un árbol por la mitad, estaba perfectamente equilibrada, y aunque no lo pareciera era muy liviana. Vestía botas altas hasta la rodilla de cuero, debajo unas mallas verdes. En la parte superior vestía una camisa marrón con bonitos bordados encima de una simple camisa verde. También llevaba una capa a la espalda con la capucha puesta. )
- Ioli: ¡Ya veo el final!- dijo emocionada
- Felomeno: Bien ¡Vamos!- acelero la velocidad y la capucha se le quitó
Corrieron todo lo deprisa que pudieron hasta aquel pequeño hueco que dejaba ver una luz cegadora, pero según avanzaban aquella salida cada vez era mas pequeña.
- Ioli: ¿Pero que sucede?
- Felomeno: Sabía que tampoco lo conseguiríamos esta vez – mientras diminuía la velocidad
Ioli se giro y vio que Felomeno iba cada vez más despacio
- Ioli: ¿Por qué te paras? ¡Sigue corriendo!
- Felomeno: Es inútil, nunca podrás burlar a los espíritus del bosque, sabes que ellos siempre se enteran de todo.
Felomeno se paro y señalo la pequeña abertura para salir del bosque, la que hace unos segundos intentaban alcanzar y a ala que no pudieron llegar. Ioli miro donde Felomeno señalaba y vio que no quedaba rastro de aquella salida al mundo.
- Ioli: ¿Dónde está? Hace un momento aún estaba abierta.¿Por qué los espíritus no nos dejan salir?
- Felomeno: De todos modos tu sitio esta aquí, cuando tu madre te ceda su trono el pueblo te necesitará. No puedes estar siempre intentando escapar.
- Ioli: Muy bien dejaré de escapar, ahora volvamos a palacio Sir Felomeno.
- Felomeno: ¿Te has enfadado verdad?
- Ioli: ¿Por qué decís eso?
- Felomeno: Por nada…..
Ioli estaba cabreada aunque intentaba disimularlo, pero no se lo podía ocultar a Felomeno, ya que la conocía demasiado bien.
Fueron a un solar cerca de allí, se pusieron de pie uno frente al otro, cerraron los ojos y dijeron unas palabras en elfico antiguo, cuando terminaron de decirlas abrieron los ojos y se sentaron en el suelo.
- Felomeno: Siento mucho no haberte apoyado antes, creí que debía decírtelo. Siempre estás jugando e intentando escapar sin darte cuenta de que tú serás nuestra reina.
- Ioli: ¿Y si no quiero ser la reina?... no quiero pasar mi vida aquí encerrada como mi madre. Podría hacer muchas mas cosas por mi pueblo si conociera el mundo que nos rodea.
- Felomeno: Vamos princesa, sabes que no necesitas nada del exterior, durante siglos tu madre, su majestad la reina, a guiado a nuestro pueblo sin ninguna ayuda.
- Ioli: Bueno, esta esa serpiente de Jrcö, dice que es su consejero pero en los últimos años lo único que a hecho ha sido darle malos consejos a mi madre, y también esta el oráculo, pero el solo dice predicciones sin sentido.
- Felomeno: Algún día tendrás que empezar a confiar en él. Nos ha salvado muchas veces de las crisis en nuestra ciudad.
- Ioli: Como princesa, mi madre dice que tengo que empezar a ser más atenta con mis deberes reales. Creo que le pediré hacer un viaje por el exterior para enriquecer nuestra cultura.
- Felomeno: Nunca te lo permitirá……sabes que tu madre es muy estricta con la barrera.
- Ioli: Tienes razón, son demasiadas ideas estupidas. Nenfris y Nerian deben de estar a punto de llegar, vamos.
- Felomeno: Cierto, casi lo había olvidado.
Ioli y Felomeno se levantaron y acto seguido dos inmensos dragones aterrizaron en el claro.
Eran los dragones reales, Nenfris era el macho, de un color púrpura intenso, con los ojos color miel y unas enormes alas lila. En la cabeza tenía dos cuernos largos y negros, afilados como puntas de flecha, sus garras eran enormes y tenían un aspecto aterrador. Nerian era la hembra, su color era azul, sus ojos color zafiro transmitían mucha tranquilidad y sabiduría, a pesar de ser una dragona joven. Sus cuernos y garras eran más cortas que las de Nenfris, pero parecían igualmente peligrosas.
Felomeno e Ioli se pusieron delante de los dragones y les hicieron una reverencia
- Felomeno: Hoy habéis tardado mucho honorables Nenfris y Nerian- Levanto la cabeza esbozando una sonrisa
- Nenfris: ¿Nos estas llamando tardones? Renacuajo
Todos se miraron y se empezaron a reír.
- Nerian: La principal razón de nuestra tardanza ha sido la preocupación de la reina por su hija- miro a Ioli con una mirada con mucho reproche.
- Ioli: ¿Se ha dado cuenta de que he salido? Tenemos que darnos prisa en volver.
- Nenfris: es normal que se dieran cuenta, hoy es la preparación de la cena de bienvenida de tus primas del norte.
- Ioli: Ohh, cierto, no me apetece nada pasar unos días con ellas. Son demasiado estrictas, y hacen uso de su parentesco conmigo para coger todas las telas y joyas que quieren de la ciudad.
- Felomeno: Tranquila esta vez la anfitriona será mi hermana. La reina le dijo a tus primas que estarías muy ocupada, ya que dentro de unos días te examinaras en la escuela de magia. Ya estas en último grado y tienes que practicar mucho.
- Ioli: Cierto, ya no me acordaba jajaja. Pero bueno se que lo conseguiré, he practicado mucho para ese momento. Bueno vayámonos o mi madre se cabreara mucho más.
- Nenfris: Pensé que os ibais a quedar hay ablando todo el día
- Nerian: Vamos subid
Felomeno se subió a Nenfris, ya que se le fue asignado ese dragón al nacer, con Ioli y Nerian paso igual. Ambos montaron y cuando estuvieron bien sujetos los dragones despegaron.
Después de un largo vuelo llegaron a la dragonera de palacio, aterrizaron y Felomeno e Ioli salieron corriendo hacia la sala del trono donde la reina aguardaba.
Estaba sentada en el trono con un precioso vestido lila muy vaporoso. Llevaba un tocado a juego con las piedras del collar. Se parecía mucho a Ioli pero su pelo y su piel eran mas claras.
- Reina Chiquix: en todos tus 320 años nunca me hiciste nada igual. ¿Cómo se te ocurre escapar el día en que tendríamos que preparar la llegada de tus primas?- con tono enfadado.
- Ioli: Madre yo………….. lo siento
- Reina Chiquix: Por favor Felomeno retírate
- Felomeno: Si majestad
Felomeno salio de la habitación haciendo una reverencia, cuando paso alado de Ioli la miro dándole confianza.
- Reina Chiquix: Ioli, hija, ¿cuando dejaras de hacer estas escapadas? Sabes que no puedes salir del reino.- dijo intentando hacerle comprender
- Ioli: Pero madre, salir al exterior no nos haría ningún mal. Podríamos conocer otras culturas, y utilizarlas en la ciudad para que fuera aún más prospera.
- Reina Chiquix: Pero la ciudad esta bien como está. Los ciudadanos son felices y hace años que no hay ningún conflicto.
- Ioli: Pero creo que podría ayudar, además padre se fue al exterior para recoger información de otras culturas, ¿por qué no puedo hacer yo lo mismo?+
- Reina Chiquix: Por eso mismo no puedes irte. Tu padre estaba loco, siempre quería saber más de todo, hasta que su locura le llevo a investigar como destruir la barrera, y cuando encontró la solución se fue dejándonos a nosotras 2 solas y a cargo de todo un reino.
- Ioli: Pero padre lo hizo por el bien del reino, para saber que adelantos había fuera de nuestras fronteras
- Reina Chiquix: Dejemos este tema. No podrás salir de palacio en 2 semanas. Te estarás preparando para tu examen mas importante de la escuela de magia. Y no podrás engañarme, estarás vigilada por guardias, y no simples guardias, serán guardias magos para poder detectar si intentas hacer algún hechizo para escapar.
- Ioli: Pero madre ¿por qué me hacéis esto?- con lagrimas en los ojos
- Reina Chiquix: Lo hago por tu bien. Ahora retírate
Ioli se dio la vuelta y salió del gran salón. Fuera estaba Felomeno esperandola.
- Felomeno:¿Qué te ha dicho?
- Ioli: ¿Para que me preguntas si ya lo has oído?
- Felomeno: Cierto, pero tu madre tiene en parte razón. Deberías prepararte para el examen.
- Ioli: Ahora debo irme a practicar. Si quieres puedes acompañarme.
- Felomeno: muy bien vamos
Felomeno e Ioli fueron al patio interior. Cuando iban a entrar todos los sabios salieron corriendo hacia el gran salón. Allí se prepararon para la lucha. Se pusieron uno frente al otro. Adoptaron la posición de lucha y se dispusieron a pelear.
- Ioli: ¿Estas preparado?- con una mirada pícara
- Felomeno: Sabes que sí
Ambos empezaron a lanzarse hechizos, Ioli controlaba muy bien los hechizos de agua y tierra, y Felomeno los de viento, ya que el fue mas entrenado en esgrima. Los árboles empezaron a moverse a petición de Ioli y rodearon a Felomeno, que desenfundo su espada, empezó a blandirla y en cada estocada una gran masa de aire golpeaba los árboles.
- Ioli: ¿Es todo lo que puedes hacer?
- Felomeno: No querrás verme usando todo mi poder.
Los hechizos cada vez eran más fuertes, hasta que una de las veces Ioli lanzo un hechizo de fuego. Felomeno se que impresionado mirándola, pero ella estaba igual de impresionada.
- Felomeno: ¿Desde cuando puedes hacer eso?
- Ioli: No tengo la más ligera idea. Pero creo que mi examen esta aprobado
Ioli salio del shock en el que había quedado y se puso a dar saltos de alegría. Felomeno que la estaba viendo se empezó a reír.Al oír las risas Nenfris y Nerian se acercaron para ver que pasaba.
- Nenfris: ¿Qué ocurre princesa? La veo muy contenta.
- Nerian: Seguramente consiguió el poder sobre el fuego. Mira todos esos pergaminos quemados. ¿Cómo se te ocurre practicar aquí? Los sabios no pueden saber que sabes utilizar la magia, o al menos no a ese nivel.
- Ioli: ¿Qué? ¿Queme pergaminos? Corred escondedlos. Que los sabios no se enteren. Y no me verán, seguramente mi madre les llamó antes porque salieron corriendo antes de que llegáramos.
- Felomeno: ¿Crees que los sabios se atreverían a regañarte?
- Ioli: No, pero sus miradas me dan miedo jajaja.
- Nenfris: Volved dentro, les diremos que estornude y lo quemo por accidente.
- Ioli: Muchas gracias.
Felomeno e Ioli entraron dentro de palacio, pasaron enfrente de la biblioteca real, dentro estaba alguien encapuchado, Ioli y Felomeno se asomaron, el ser alli de pie estaba hablando con alguien pero no veían quien era, estaba entre las sombras, intentaron escuchar lo que decía ….
- Encapuchado: En la confusión del ataque a la reina podré matar a la princesa y tu te harás con la ciudad, pero la corona será mía.
- Extraño: ¿Y que haremos con su amigo y los dragones?
- Encapuchado: Sir Felomeno puede ser un problema, ya que maneja bien su espada, y los dragones son bastante poderosos, pero lo importante es matar a la indefensa y estupida princesa.
- Extraño: Muy bien, se lo comunicare a mi gente.
- Encapuchado: Adiós.
El encapuchado hizo un gesto con la mano y el extraño desapareció.En ese momento Ioli y Felomeno entraron en la habitación.
- Ioli: ¡Muéstrate traidor!
- Felomeno: ¡No conseguirás tocar a la princesa!
El encapuchado se dio la vuelta al oírlos pero con un gesto desapareció.
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bueno pues espero k os alla gustado y que me animeis a continuar
PONDRE LOS CAPITULOS EN MILTIPOST YA QUE NO PUEDO PONERLOS TODOS EN EL 1º .
Bye
Última edición por ioli el Dom Ago 17, 2008 12:22 pm, editado 2 veces
ioli- MOD.
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Re: Antrhïn, La Corona de los elfos
CAPITULO 2:
- Spoiler:
En el capitulo anterior Ioli y Felomeno escucharon a un hombre encapuchado tramando un ataque contra la corona.
Ioli y Felomeno estaban un poco confundidos por lo que acababa de pasar. Felomeno hizo un amago de sentarse, pero en ese momento Ioli salió corriendo de la habitación.
- Felomeno: Ioli ¿Dónde vas?
- Ioli: Tenemos que contárselo a mi madre. Deprisa.
Los dos corrieron hacia la sala del trono. Cuando llegaron la reina se encontraba reunida con los sabios. Al ver a la princesa ordeno a los sabios que salieran de la estancia.
- Reina Chiquix: ¿Qué ocurre hija? ¿Por qué estas tan nerviosa?
- Ioli: Madre, cuando volvía de practicar mi magia, Felomeno y yo pasamos por delante de la biblioteca. Allí dentro escuchamos a dos hombre hablando sobre una conspiración para matarnos y hacerse con el poder de la corona.
- Reina Chiquix: ¡Dios mío! ¿no tenéis idea de quien podía ser?
- Felomeno: No majestad, uno de ellos se ocultaba en la oscuridad y el otro estaba encapuchado, sabemos que el encapuchado puede usar la magia elfica, pero solamente eso no ayudara mucho…
- Reina Chiquix: Eso es de gran ayuda Felomeno, muchas gracias. Tengo que convocar a la guardia real para que aumenten la protección sobre nosotras.
La reina se levanto del trono, muy tranquila, pero consciente del peligro que corrían ella y su hija.
- Reina Chiquix: ¡General! Acérquese por favor.
- General: ¿Qué desea majestad?
- Reina Chiquix: La princesa ha escuchado a unos hombres tramando una conspiración contra la Corona, Aumente la guardia sobre nosotras por favor, y le encargo personalmente la protección de la princesa.¿ Entendido General Esturion?.
- Gral. Esturion: ¡A sus ordenes Majestad!
- Reina Chiquix: Muchas gracias general. Hija, por favor, ve a tus aposentos, dentro de poco es tu examen y no m gustaría que te pasara algo.
- Ioli: Bien madre, ahora mismo voy.
- Felomeno: Yo también la acompañare.
- Reina Chiquix: Muchas gracias Sir Felomeno.
Ioli, Felomeno y el Gral. Esturion salieron de la habitación. Los tres se dirigían a sus aposentos cuando una bola oscura fue lanzada contra la princesa. El Gral. Esturion desenfundo su estada, y de una estocada desvió la bola. Ioli se quedó petrificada de la sorpresa.
- Gral. Esturion: ¡Princesa corra a sus aposentos! Sir Felomeno le confío la protección de la princesa.
- Felomeno: Bien.
Nenfris y Nerian se acercaron al lugar donde estaban Ioli Felomeno y el general pero no les dio tiempo a hablar con ellos, Felomeno agarro a Ioli del brazo y salio disparado hacia su habitación mientras el Gral. Esturion fue al lugar desde el que salió la bola y Nenfris y Nerian siguieron al general para buscar desde el aire.
Felomeno seguía tirando de Ioli por los pasillos….
- Ioli: Tranquilo Felomeno ya puedo correr sola, creo que estoy mas tranquila.
- Felomeno: Bien, ya te suelto. – mientras la soltaba del brazo.
- Ioli: ¿De donde ha salido esa bola? Ni capte que alguien cerca estaba utilizando magia.
- Felomeno: Tampoco yo. Si lo piensas, tampoco sentimos nada cuando ese hombre desapareció.
- Ioli: Tienes razón. No lo había pensado…… ¿Cómo estará el general?
- Felomeno: Ese elfo sabe cuidarse.
- Ioli: Tienes razón.
Los dos siguieron corriendo a toda prisa hasta que finalmente llegaron a los aposentos de Ioli. Cuando llegaron Felomeno lo reviso todo antes de dejar que Ioli se adentrara mas.
- Felomeno: Todo esta despejado puedes acercarte.
- Ioli: Gracias amigo. Si no hubiese sido por ti me habría quedado allí sola, sin moverme. Podrían haberme matado. De verdad, gracias.
- Felomeno: No pasa nada, tranquila, no dejaría que le hicieran daño a mi mejor amiga.
Los dos se sentaron en la cama a esperar noticias del general. Pasaban las horas y el general no regresaba. Ioli parecía estar poniéndose nerviosa.
- Ioli: Creo que deberíamos ir a buscar al general, hace rato que debería haber vuelto. Quizás este en apuros, y nosotros podríamos ayudarle
- Felomeno: Esperaremos aquí. Si salimos nos exponemos a que te vuelvan a atacar. Aquí solo hay dos entradas y las tengo cubiertas, por lo que estas segura. No me arriesgare a ponerte en peligro.
- Ioli: Bien…
Ioli se dio cuenta de lo que había madurado Felomeno en estos años. Recordó a Felomeno cuando era un simple niño jugando con la espada de madera que le había hecho su hermano, y pidiéndole al instructor de esgrima que le enseñara a manejarla. Estuvo años pidiéndoselo hasta que un día acepto, nunca se tomaba el entrenamiento enserio, hasta el día en que su padre le dijo que iría a ver sus progresos, entonces fue cuando se empezó a esforzar. Por fin se presento a la prueba del elemento donde mediante unas pruebas descubren el elemento al que estas ligado y te dan el entrenamiento especial para poder enseñarte a combinar tu elemento con tu espada.
Y parecía que no estaba ligado a ninguno, pero no se decepciono y prosiguió haciéndose más y más bueno en esgrima. Recordaba que el día en que su padre fue a verle Felomeno dio todo lo que podía para que su padre estuviera orgulloso, pero no lo consiguió, ya que su padre lo único que quería ver era como utilizaba su elemento combinado con un ataque de su espada, y Felomeno al ver que su padre estaba decepcionado se cabreo tanto que el aire a su alrededor empezó a calentarse y un increíble tornado surgió de la nada rodeándole. También recordaba que se asusto tanto al ver ese gran tornado que se fue corriendo dejando a su padre, su instructor y su espada atrás y llego hasta el colegio de elfas y se escondió cerca de su ventana, desde donde ella le había estado observando durante años. También recordó que ese fue el momento en que se conocieron. Desde ese momento y con los ánimos y la confianza que ella depositaba en el, Felomeno logro controlar el aire como un experto, y no con mucha ayuda, ya que había pocos espadachines ligados a ese elemento.
Ioli despertó de esta divagación en el pasado y volvió al presente cuando la puerta se abrió y el general entro por ella. No parecía que hubiera estado luchando, de echo no tenia ni un rasguño.
- Ioli: General ¿está usted bien?
- Gral. Esturion : Si princesa puede estar tranquila pero……. Le pido perdón, no e podido encontrar a su atacante.
- Ioli: Eso es lo de menos, lo importante es que usted este bien.
- Gral. Esturion: Gracias princesa, a partir de este momento no m separare de usted. La protegeré con mi vida.
- Ioli: Muchas gracias sargento.
- Felomeno: Bueno pues creo que es hora de que yo vuelva a mi casa. Sé que te dejo en buenas manos. Adiós general. – mientras le daba la mano.
- Gral. Esturion: Adiós Sir Felomeno.
Felomeno salió de la habitación dejando atrás a Ioli y al general.
La semana siguiente paso sin altercados, no hubo ningún intento mas de asesinato, ni contra la princesa ni contra la reina. Todo esa semana Felomeno y el general no se separaron de la princesa. Esta estuvo entrenando todos los días con Felomeno para el día de su examen. No conseguía crear fuego pero si podía apagarlo si se concentraba mucho.
Llego el día del examen y la princesa estaba muy nerviosa. Ella y Felomeno estaban sentados en un banco de la escuela de magia. El Gral. Esturion les observaba de lejos.
- Felomeno: vamos cálmate, lo harás bien. Recuerda el primer día que viniste. Me lo habrás contado mil veces. Para ser tu primer día no estabas nada nerviosa, todos los profesores te miraban porque sabían que eras la princesa y que no deberías estudiar magia avanzada, pero el gran maestro Sky (Master) se salto las normas y decidió enseñarte. El mismísimo director de la mejor escuela de magia se convirtió en su maestro personal, y ni siquiera en ese momento estabas nerviosa. Aprendiste convirtiéndote en una de las mas poderosas magas a sus ojos, pero una maga mediocre a los del resto del reino. Todos tus exámenes los pasaste con una facilidad increíble. Dominabas 3 de los 4 elementos muy bien aunque el viento se te resistía, pero yo te ayudaba en todo lo que podía. Ahora en el gran examen del fuego te noto muy nerviosa, y se que lo que paso la semana pasada te a afectado bastante. Durante los últimos días has estado ausente, siempre perdida en tus pensamientos. Espero que cuando por fin apruebes el examen vuelvas a ser la de siempre.
- Ioli: Te aseguro que volveré a ser la de siempre. Ahora voy a entrar hay y voy a aprobar este examen.
- Felomeno: Pues si así es, aquí te espero.
Ioli se levanto y entro en la escuela de magia. Ya conocía muy bien sus pasillos después de 200 años estudiando allí. Llego al aula del examen. Se detuvo delante de la puerta respiro hondo y entro dentro. En el interior todo estaba oscuro, pero cuando cerró la puerta cientos de antorchas se encendieron. Al fondo de la habitación estaba el Gran Maestro Sky esperándola.
- Maestro Sky: Te estaba esperando. (El Maestro era un hombre mayor para ser elfo, ya tenía alguna cana en su negra cabellera, pero se mantenía fuerte y ágil. Vestía una túnica blanca hasta los pies, con unas sandalias abiertas, no solía llevar nada mas que eso pero hoy llevaba algo mas. Una especie de guantes hasta los codos)
- Ioli: Perdón por la tardanza maestro pero, como usted dice, deja los nervios fuera del aula de examen o te acabaras ahogando, quemando, hundiendo o sin aire en los pulmones.
- Maestro Sky: Veo que recuerdas bien mis enseñanzas y por tu bien espero que también recuerdes bien las técnicas de agua para defenderte hoy, ya que sin control sobre el fuego acabaras abrasada. Sabes que no me importa tu titulo real, solo acepte enseñarte porque sin haber ido nunca a una escuela de magia aprendiste a dominar la tierra tu sola, y a un nivel increíble para tu corta edad….. Basta de hablar, comencemos el examen
Lo que el maestro no sabia era que Ioli si había aprendido el control del fuego.
Ambos se colocaron en el centro de la habitación, y sin que apenas le diera tiempo a reaccionar el Maestro ya había invocado a un enorme dragón de fuego, con unas alas enormes y una lengua vifida que todo lo que tocaba lo convertía en ceniza. Ioli al principio no podía reaccionar pero cuando logro hacerlo invocó a un enorme dragón de agua alargado y con la boca enorme. El dragón de fuego ataco a Ioli, pero el dragón de agua se interpuso en su camino y al chocarse se creo una enorme nube de vapor. Al controlar Ioli el agua y el viento disipo esa nube de vapor y vio a su maestro invocando a otra ser de fuego, esta vez fue un enorme lobo que desprendía fuego por todas sus extremidades. EL lobo se abalanzó sobre ella y esta ya no tenia ninguna protección ya que el dragón que invoco antes se había evaporado. Entonces se concentro en el lobo, cerró los ojos y recito una palabras, alzo los brazo y el lobo se apagó. Ioli cansadísima cayó al suelo, pensando que su maestro se habría dado cuenta de que ella ya podía controlar el fuego, pero no, su maestro se disponía a lanzar otro ataque, invoco unas palabras y una inmensa bola de fuego salio de sus manos, Ioli en un tonto intento de protegerse alzo las manos y las puso por delante de su cuerpo. Notaba que en ella esta afloraba la misma sensación que la vez que luchaba con Felomeno y de repente las manos le ardía, de ellas salio una bola de fuego dos veces mayor a la que venia directa a ella que izo desaparecer la otra y se abalanzaba sobre el maestro, pero este invoco a ciertos espíritus de agua que apagaron el fuego justo a tiempo de no chamuscarle.
- Maestro Sky: Estoy impresionado princesa, es usted una de las mejores magas que e conocido. Otra alumnas de la escuela llevando el doble de tiempo que usted ni siquiera son capaces de hacer que una fuego sea mas pequeño. Estoy muy orgulloso de usted, joven princesa y, por supuesto, ha aprovado.
- Ioli: Muchas gracias maestro
Cuando acabo de decir esto se desmayó.
Despertó dos días mas tarde en sus aposentos. Miro a su alrededor y vio a Felomeno dormido en una silla y al General montando guardia en la puerta. Se intento incorporar un poco pero le dolía mucho la cabeza. El general vio su intento frustrado de levantarse y acudió en su ayuda. En ese momento Felomeno despertó.
- Gral. Esturion: me alegro de que al fin despierte princesa.
- Felomeno: Ioli tenemos que ir ha hablar con la reina enseguida.
- Ioli: Hola a los dos, y ¿por qué tenemos que ir ha hablar con mi madre?
- Felomeno: Es por la conspiración.
Al oír eso Ioli se levanto de la cama ignorando el dolor y se metió detrás de su cambiador, se puso ropas normales y fue a la sala del trono. Allí su madre aguardaba impaciente.
- Reina Chiquix: Hija, me alegra ver que has despertado. Tengo que informarte de que en el periodo de tiempo que has estado dormida han atentado contra nuestra vida.
- Ioli: ¿Saben ya quienes son?
- Reina Chiquix: No hija mía, pero no puedo permitir que esos malvados sigan atentando contra tu vida por lo que he tomado una decisión muy difícil para mi. Tú y Nerian partiréis del Reino de los elfos hasta nuevo aviso………
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Re: Antrhïn, La Corona de los elfos
CAPITULO 3:
- Spoiler:
En el anterior capitulo, Ioli supero su examen del fuego, Hubo intentos de asesinatos hacia ella y su madre, y como medida de seguridad, la Reina Chiquix decidió que Ioli debía salir del reino.
Todos estaban en la sala del trono. Ioli acababa de recibir la noticia de que saldría del reino, y pensando solo en que podría salir estallo de emoción, agarro las manos de Felomeno y las puso entre ellos dos.
- Ioli: ¿Has oído Felomeno? Saldremos del reino.
- Felomeno: No princesa, solo saldrás tú, ya has oído a la reina.- Mientras soltaba sus manos.
En la voz de Felomeno se notaba un atisbo de tristeza. Ioli se le quedo mirando perpleja, y en ese momento fue cuando se dio cuenta de que estaría ella sola dejando atrás a todos sus amigos.
- Ioli: Pero madre, ¿Por qué debo ir yo sola? Felomeno es muy buen espadachín y podría venir conmigo para protegerme.
- Reina Chiquix: Contra menor sea el grupo mas probabilidades tienes de no ser descubierta. Deberás ir tu sola. Es por tu seguridad. Además, ahora eres una maga muy poderosa, tu sola puedes defenderte si en algún momento lo necesitas.
- Ioli: No es justo madre. ¿Me mandaras sola a un mundo que no conozco?
- Reina Chiquix: No estarás sola, como dije antes iras con Nerian.
- Ioli: ¡¿Y de verdad crees que un enorme dragón no llamara la atención?!
- Reina Chiquix: ¡Ya basta!- se puso de pie dando un golpe en el brazo del trono – Deja de poner impedimentos princesa, y hazlo que tu madre, la reina, te ordena. Ahora ve a tus aposentos y prepara tus cosas. Esta tarde partirás de nuestro reino.
Ioli la miro con intención de responder, pero, al ver la rabia en sus ojos no lo hizo. Se dio la vuelta y salió de la habitación. En el camino a su cuarto se encontró con el consejero Jrcö. Este la miro e hizo ademán de hablar, pero la princesa le quito la mirada y prosiguió hacia su cuarto. Mientras en la sala del trono, la reina hablaba con Felomeno y el general.
- Reina Chiquix: Felomeno espero que hagas entrar en razón a mi hija. Debe comprender que aquí no esta segura, y que tu no puedes ir con ella.
- Felomeno: Lo comprendo majestad.- hizo una reverencia y salió de la habitación
Por el pasillo también se cruzo con Jrcö, al que miro de arriba abajo, llevaba unas extrañas zapatillas, unas medias negras y una túnica también negra por encima. En sus ojos normalmente apagados había un resplandor inusual, y su cara marcada por los años parecía mas joven. Había recogido su pelo en una coleta mal hecha, no parecía el mismo elfo. Cuando estuvieron a la misma altura Jrcö se paro para hablar con Felomeno.
- Jrcö: Buenas días señor Felomeno. Parece que Ioli no estaba muy contenta hoy ¿no cree?.
- Felomeno: Buenos días a usted consejero Jrcö. Y no es de su incumbencia el estado emocional de la princesa. Y recuerde para usted es la princesa, no creo que tenga la suficiente confianza con su majestad como para llamarla con su nombre de pila. Y ahora si me disculpa debo atender unos asuntos.
- Jrcö: Clora señor.- Jrcö se hizo a un lado para que Felomeno continuara su camino.
Felomeno paso a su lado, pero intentando no acercarse mucho. Después de este encuentro fue directo a la habitación de Ioli, pero cuando llego estaba vacía. Felomeno pensó en todos los lugares donde podía estar. Descarto muchos de ellos y por fin supo donde estaba. Felomeno se dirigió al patio del colegio de magia, al banco donde se conocieron. Cuando llego vio a Ioli sentada allí, sola y mirando al vacío. Felomeno se sentó con ella.
- Felomeno: ¿Qué haces aquí sola?
- Ioli: Nunca pensé que llegado este momento…. No quisiera irme. Por fin puedo salir del reino, y me quiero quedar. Yo quería que nosotros viviésemos aventura allí fuera. Ahora se que solo son entupidos sueños de una joven elfa.
- Felomeno: Las viviremos, pero no ahora. Cuando vuelvas sabrás muchas cosas del exterior, y la reina seguro que nos dejara salir fuera.- la voz le temblaba.
- Ioli: No puedes engañarme Felomeno. Sabes que seguramente cuando me vaya esta tarde,…….no volvamos a vernos.- al decir esto ultimo, se quedo prácticamente sin voz, y empezó a llorar.
- Felomeno: Por favor no llores.- abrazó a ioli
Los dos se quedaron durante una hora una hora mirando el patio donde muchos años atrás Felomeno había descubierto su poder sobre el aire. Cuando por fin decidieron irse era casi la hora en la que Ioli tenía que irse. Fueron a palacio a preparar sus cosas y cuando ya tenía todo preparado fue a despedirse de su madre. Llegaron al la sala del trono y vieron que su madre estaba reunida con el consejero Jrcö.
- Ioli: Madre ha llegado la hora de que me vaya, si es que seguís queriendo que me vaya.
- Reina Chiquix: Sabes que debes irte hija.
- Jrcö: Si princesa, sabéis que debéis iros. Si le ocurriera algo a la reina y a usted también el reino se quedaría sin nadie que gobernara. Si usted esta fuera todavía quedaría un descendiente de sangre real.
- Ioli: Nadie ha pedido tu opinión consejero. Lo que no entiendo es como sigues manteniendo tu cargo después de todas las catástrofes que le ocasionaste a mi padre. Por tu culpa el se fue, tu le incitaste a que descubriera como romper la barrera.
- Jrcö: Esta usted equivocada princesa. Su padre se fue porque quiso no porque yo le animara.
- Ioli: La verdad es que no me interesa seguir hablando con usted en las ultimas horas que este en mi reino.- se dio la vuelta para darle la espalda y continuo hablando con los allí presentes-. Me gustaría no tener que abandonar Antrhïn, pero si por mi seguridad tengo que hacerlo, lo haré.
- Reina Chiquix: Gracias por entrar en razón Ioli. Nerian te esta esperando fuera de palacio. Ella sabe como abrir la barrera. –se levanto y fue a abrazar a Ioli. Al oído le susurro unas palabras.- Ioli, eres la única hija que tengo y la única familia que me queda, esta decisión ha sido muy difícil para mí. Espero que algún día me puedas perdonar.
- Ioli: Gracias madre.- se aparto de ella y salió de la sala hacia fuera del castillo para montar en Nerian, irse y no volver nunca.
Felomeno la siguió para despedirse de ella, ya que no le estaba permitido acompañarla hasta el final por riesgo a que se fuera con ella. Cuando llego a la puerta Ioli ya estaba subida en Nerian y apunto de despegar.
- Felomeno: ¿No piensas despedirte?
Ioli le daba la espalda, y sin girarse le respondió.
- Ioli: Prefiero no hacerlo. Si lo hago me sentiré aún peor.
Y dicho esto Nerian despego. Se notaba que ella también estaba triste por dejar a Nenfris allí. Su vuelo era muy triste y desganado. Ioli empezó a hablar con ella.
- Ioli: Nerian, mi madre dijo que tú sabes abrir la barrera. ¿Por qué no me lo habías dicho?
- Nerian: Porque si te lo hubiera dicho hace mucho tiempo que ya no estarías aquí.
- Ioli: Jaja. Tienes razón. Y ¿Cómo piensas abrir la barrera?
- Nerian: Mi querida princesa, esa barrera no solo la pusieron allí los elfos. La magia de los dragones fue una parte muy importante en el tratado.
- Ioli: ¿Qué tratado?
- Nerian: Es cierto, tú no sabes nada del tratado. Bien, te lo explicaré. Hace unos 5000 años elfos y dragones vivían libres, compartiendo tierras con el resto del mundo, pero una terrible guerra estalló y los elfos y dragones pastaron que se aislarían del mundo para que esa guerra no arruinara la metrópolis que habían creado. Todos los dragones nos trasladamos desde las montañas hasta este bosque que ahora sobrevolamos. Fue un gran cambio pero nos adaptamos. Por eso yo conozco los secretos para abrir la barrera, al menos la parte de magia dragontina, necesito que un elfo que controle los 4 elementos se ocupe de la parte elfica.
- Ioli: Bien ahora que se como abrirla, da la vuelta por favor.
- Nerian: ¿Qué? No puedo hacer eso.
- Ioli: Bien, puedo irme yo sola.- junto las manos, cerro los ojos y invoco la materialización a las puertas del castillo, uno de los mas fáciles conjuros de viento que le enseño Felomeno, en unos instantes desapareció de los lomos de Nerian y apareció en el bosque, cerca de la entrada del castillo.
Ioli observo la entrada y se dio cuenta de que extrañamente no había ningún guardia, aunque su madre había pedido que hubiera el doble de protección. Estaba muy extrañada así que decidió entrar a ver que pasaba. Por los pasillos del castillo no había nadie. Decidió ir a la sala del trono ha hablar con su madre. Cuando llego vio que había alguien en el trono, pero no era la reina sino Jrcö. Tenía una gran túnica puesta idéntica a la del hombre encapuchado. Ioli al verlo ardió de rabia y dirigiéndose a el empezó a invocar conjuros. Jrcö la vio y no supo que hacer. La sala empezó a temblar y el suelo se abrió delante del trono, una fuerte formante empezó a generarse y los fuertes vientos empujaban a Jrcö hacia la grieta, este reacciono e invoco otro hechizo y un escudo de aire le rodeo haciendo que levitara y que no cayera a la grieta, pero Ioli invoco la lava que había al fondo de la grieta e hizo que subiera para arriba, Jrcö se dio cuenta y se aparto rápidamente mientras invocaba a una enorme caballo de agua que iba directo a por la princesa. En ese momento una gran llamarada apareció de la nada evaporando al caballo. Ioli se giro y vio que era Nerian que había llegado a ayudarla. Las dos se colocaron delante de Jrcö, Nerian inspiro hondo mientras Ioli invocaba un enorme demonio de fuego, que a la vez que la dragona escupía una enorme lengua de fuego se tiro a por el consejero. Este se vio sin escapatoria y se materializo en otro lugar.
Sin tomar ningún descanso Ioli registro todo el castillo, habitación por habitación, y no encontró a nadie.
Salieron fuera de palacio y escucharon un grito que provenía del bosque, parecía la voz de la reina….
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Re: Antrhïn, La Corona de los elfos
CAPITULO 4:
- Spoiler:
En el capitulo anterior Ioli simuló su partida al mundo exterior. Cuando averiguo como abrir la barrera volvió al castillo y se encontró con Jrcö en el trono de su madre. Se enfrento a el y con la ayuda de Nerian consiguieron hacerle escapar ya que se veía derrotado. Ioli Busco por todo el castillo a su madre, Felomeno y al general, pero no encontró a ninguno. Cuando salio del castillo escucho un grito proveniente del bosque, que parecía ser la voz de su madre.
- Ioli: Deprisa Nerian, vayamos a ver que sucede.
- Nerian: De acuerdo, pero ten cuidado.
La dragona y la elfa se internaron en el bosque buscando el origen de aquel grito. Buscaron pero tampoco encontraron a nadie, hasta que aquella mujer volvió a gritar.
Ioli se volvió en la dirección de grito y empezó a correr.
- Ioli: ¡Madre!
- Nerian: No te apresures.- puso su sola entre Ioli y el lugar de origen del grito.- ¿No crees que es imposible que Jrcö haya podido derrotar al general, Felomeno y la guardia real el solo? Alguien tiene que estar ayudándole.
- Ioli: Claro, aquel ser que se escondía entre las sombras el día que nos enteramos de la conspiración.
- Nerian: Pues ve con cuidado joven princesa, puede que seas muy poderosa, pero no tienes ninguna experiencia en enfrentamiento a vida o muerte. Hasta ahora has luchado guiada por tu ira, pero ahora tendremos que ser astutas y trazar un plan.
- Ioli: Como quieras, Honorable Nerian.
Ioli se dio cuenta de que a pesar de ser una dragona joven, Nerian era muy sabia. Empezaron a trazar un plan, siguieron escuchando los gritos, y a Ioli eso la ponía nerviosa, pensar que su madre podría estar sufriendo mientras ella estaba hay sentada escuchando los planes de Nerian. Ioli estaba tan inmersa en sus pensamientos que no le prestaba atención a la dragona, hasta que esta le llamo la atención.
- Nerian: ¡Princesa escúcheme! Ahora no puede distraerse, estamos en una situación muy delicada, concéntrese en lo que le voy a decir. Lo primero será invocar a las criaturas mágicas del bosque…
Nerian le explico todo el plan a Ioli, lo que tenía que hacer cada una y cuando debían hacerlo.
Ioli se fue a un solar cercano donde invoco a todas las criaturas mágicas que pudieran escucharla. De entre los árboles empezaron a aparecer hadas, ninfas, centauros, duendes, unicornios y hasta el gran espíritu del bosque. Ioli se quedo impresionada al ver que tantas criaturas acudían a su llamada.
Ioli se quedo mirando al Espíritu del bosque sin poder decir nada. Era del un ciervo con cara de humano del tamaño de Nerian o quizás un poco mas pequeño, Su cornamenta era enorme pero no afilada, y su energía era tranquilizadora. Entonces Nerian aterrizó en el claro. El espíritu del bosque fue el que mas apartado se quedo de todos observando atentamente. El resto de las criaturas mágicas se acercaba mucho a Ioli, como si hiciese mucho tiempo que no veían a ningún elfo. Entonces una ninfa se acerco más que ninguna y se paro delante de Ioli. Era muy estilizada. Su piel era azul y su pelo parecía hecho de agua, y sus ojos eran azul intenso como el zafiro.
- Ninfa: Yo he visto a la reina.
- Ioli: ¿Dónde? ¡Dímelo, por favor!
- Ninfa: Pero el elfo que iba con ella me dijo que no le dijera a nadie donde estaban.
- Ioli: ¿Cuánto tiempo hace que les has visto?
- Ninfa: Justo antes de que vos nos llamarais.
- Ioli: Tienes que decirme donde les viste, mi madre esta en apuros.
- Ninfa: No parecía estar en apuros. Aquel elfo la trataba bien, momentos antes la había salvado de una criatura enorme.
- Ioli: Felomeno……- parece que se tranquilizo, pero las dudas de que fuera el o el general asaltaban su cabeza. ¿Por qué solo un elfo y no dos iban con su madre? Es que acaso ¿a alguno de sus amigos le había ocurrido algo?
- Ninfa: Creo que al ser vos la princesa debería decirle el paradero de su madre. Pero el camino será peligroso. El asentamiento de esas enormes y feas criaturas esta cerca de donde les vi.
- Ioli: No importa, iré de todos modos.
El Espíritu del Bosque empezó a andar en dirección a Ioli. Esta se quedo mirándolo a los ojos. Cuando el espíritu llego a la altura de Ioli se detuvo, se agacho y susurrando al oído de la princesa la dijo que subiera a su lomo, que el la llevaría con la reina, Ioli muy agradecida subió encima suya, al tocarle y entra montada en el sintió que todo a su alrededor se desvanecía, y solo escuchaba la voz del bosque. El Bosque sufría, porque aquellas criaturas sobre las que le advirtió la ninfa estaban talando arboles y quemándolos para hacer fogatas.
- Ioli: ¿Esto es lo que usted siente y oye constantemente?
- Espíritu del Bosque: Si, joven elfa, ahora me ayudaras a ahuyentar a esas criaturas de aquí, luego te llevare con tu madre.
- Ioli: Muy bien, vayamos
Ioli estaba segura de que su madre estaba bien, sino el espíritu del bosque no haría que se demorara su encuentro. Se dirigieron hacia el interior del bosque, Llegados a un punto el Espíritu del Bosque le dijo a Ioli que ya podía bajar. Cuando bajó, miro a su alrededor y vio que todas las criaturas mágicas les habían seguido durante todo el camino. Nerian iba la última ya que le resultaba un poco difícil andar entre todos aquellos árboles. Giro la cabeza y vio que una enorme cantidad de seres altos, musculosos y un poco deformes, con los ojos rojos y la piel amarillenta cubierta casi entera de pelo, habían formado un campamento. Nerian, al fin, llego a su lado y cuando vio a esos seres se extraño.
- Nerian: Es imposible que los clröth hayan entrado en nuestro bosque.
- Ioli: ¿Clröth? ¿Sabes que son esos monstruos?
- Nerian: Claro que lo se, cuando los dragones vivíamos fuera de estos bosque los clröth intentaban capturarnos para quitarnos las escamas y poder hacer sus armas y armaduras. Nunca lo consiguieron ya que son débiles al fuego y nosotros al enseñarles un poco, hacíamos que huyeran. No son una gran amenaza.
- Ioli: Entonces encarguémoslos de ellos y vallamos a por mi madre.
Ioli y Nerian entraron en el claro y uno de los clröth se quedo mirándolas.
- Clröth: ¡Un dragón! – grito alzando su lanza.
Al ver a la dragona todos los clröth se tiraron a por ella sin pensarlo, pero esta, antes de que ninguno la tocara escupió una gran llamarada abrasándoles a todos. Los clröth al principio se asustaron, pero aunque habían visto morir a sus amigos calcinados no se amedrentaron, cogieron unos escudos enormes y se abalanzaron contra ellas otra vez. Nerian volvió a hacer lo mismo, pero esta vez el fuego no les afecto y los clröth continuaron con su carga contra la dragona.
Ioli al ver que el fuego no les afectaba invoco al agua, y una gran ola surgió de la nada arrasándolos a todos. Esta vez, el resto de de estos monstruos que aun quedaban en pie no se atrevió a atacar directamente, sino que algunos de ellos se subieron a los árboles y cargando su arcos empezaron a disparar una lluvia incesante de flechas, pero estas eran repelidas facilmente por Nerian, que con un fuerte batir de alas hacia que todas se desviaran de su trayectoria, impactando en el suelo y los árboles cercanos. Debido al fuerte vento creado, se levanto una inmensa nube de polvo, que Ioli aprovecho para escapar de las tormenta de arena y flechas y subirse a un árbol donde su campo de visión sobre los clröth era perfecto. Desenfundo su arco, lo cargo con una flecha e invocando unas palabras mágicas, apunto a un clröth mientras la punta de la flecha brillaba con un color azul intenso. Disparo la flecha, que impacto con gran precisión el la cabeza de uno de esos repugnantes seres, haciéndola congelarse al acto. El clröth cayo al suelo ante la mirada de sus compañeros, que al acto empezaron a buscar a la tiradora sin éxito, uno tras otro iban cayendo congelados al suelo. Solo quedaban tres en pie, que habían dejado de hacerle caso a la dragona para disparar flechas en todas direcciones intentando acertar alguna en Ioli. Nerian aprovechó el descuido de los clröth para abrasarles con su aliento de fuego, pero accidentalmente prendió las copas de algunos árboles. Ioli al verlo invoco una fuerte lluvia que lo apago en segundos, pero la huella del fuego había quedado en los árboles. Nerian con un gran sentimiento de culpabilidad se acerco al Espíritu del Bosque
- Nerian: Diento mucho haber quemado esos árboles gran espíritu.
- Espíritu del Bosque: Tranquila.
El Espíritu del Bosque se acerco a los árboles quemados, a cada uno de sus pasos la tierra se iba llenado de hiervas y flores, cuando llego cerca del primer árbol quemado lo tocó con su asta y el árbol volvió a recobrar toda su vida mientras lucia con pequeños destellos, que parecían ser obra de unas pequeñas hadas que bailaban a su alrededor. Uno tras otro fue dando vida a todos los árboles que sufrieron algún daño con la pelea. Cuando acabo se volvió hacia la princesa y Nerian.
- Espíritu del bosque: Gracias por vuestra ayuda. Ahora os guiaré hasta la reina.
Este se puso en camino y Ioli, subida en Nerian, le siguieron. Después de diez minutos de camino llegaron a una pequeña gruta, donde según el Espíritu del bosque se encontraba la reina.
- Ioli: Muchas gracias gran espíritu, a partir de aquí continuaremos solas.
Ioli y Nerian se adentraron en la gruta. Al principio no veían nada así que Ioli invocó una pequeña bola de fuego en su mano. La cueva se ilumino y podían ver claramente lo que les rodeaba. Continuaron avanzando y encontraron a la reina sentada en una roca. Al verla Ioli empezó a correr y la abrazo con todas sus fuerzas, abrazo que la reina le devolvió.
- Ioli: ¿Madre! Al fin te encuentro.-con lágrimas en los ojos.
- Reina Chiquix: Hija mía, pensé que ya no te volvería a ver. Te agradezco mucho que hayas venido a buscarme.
- Ioli: ¿Cómo as escapado tu sola? Donde están Felomeno y el general?
- Reina Chiquix: Se fueron detrás del jefe de los clröth y de Jrcö, pero nos tendieron una emboscada en el bosque y se quedaron allí luchando. Me ordenaron irme, y conseguí escapar, pero uno de esos monstruos me persiguió. Logro atraparme, pero Xtanley acabó con el.
- Ioli: ¿Xtanley? ¿Quién es Xtanley?
La reina señalo hacia un punto de la cueva que estaba a oscuras. Ioli ilumino ese punto y vio que había un elfo silvestre allí sentado. Sus ojos eran dorados y su pelo plateado, su melena estaba suelta y libre, llevaba una gran tunica negra con bordados morados. Un gran anillo en su dedo corazón delataba que era uno de los grandes maestros en magia de las tribus silvestres.
- Ioli: Muchas gracias maestro Xtanley, por salvar a mi madre.
- Xtanley: Su madre sigue siendo mi reina, aunque yo no viva en la ciudad.- lo dijo con un tono frió y distante, su voz era muy profunda y no transmitía ningún sentimiento.
- Ioli: De igual forma, gracias.
- Reina Chiquix: Ioli, ahora deberíamos ir a buscar a los demás.
- Ioli: No madre, ti iras a palacio y te quedaras allí con Nerian, que será la que te lleve.- miró a Nerian y esta asintió.- Yo iré a buscarles.
- Reina Chiquix: Pero no iras sola.- la reina miro a Xtanley.- ¿Podría usted acompañarla?
- Xtanley: Haré lo que sea por mi princesa
Al oir esto Ioli se ruborizó, aunque no comprendía porque, lo único que sabía era que no podía dejar de mirar al mago.
- Ioli: Muchas gracias maestro Xtanley
- Xtanley: Por favor princesa, llamadme Xtanley, no merezco que una maga tan poderosa como usted me llame maestro.
Ioli se sorprendió ante el hecho de que Xtanley supiera que ella es maestra de magia como él.
- Ioli: ¿Cómo sabe usted que yo…?
- Xtanley: Al igual que usted, yo también puedo notar la energía que desprenden los magos, alteza.
- Ioli: Oh, claro, no había pensado en ello.
- Reina Chiquix: bien no hay tiempo que perder, debéis ir en busca de Felomeno y el general Esturion.- interrumpiendo la conversación y dirigiéndose hacia Nerian.
- Ioli: Muy bien madre, nos pondremos en marcha ahora mismo.
Nerian despegó con la reina camino de palacio, y Ioli junto con Xtanley se adentraron en el bosque en busca de Felomeno y Esturion. Estos decidieron ir por las copas de los árboles para evitar el riesgo de que alguno de los clröth les siguiera por las huellas.
Al subir a los árboles vieron un dragón en el cielo, que parecía ser Nenfris. Ioli se detuvo y pronuncio las palabras para invocarle. Cuando acabo de pronunciarlas el dragón del cielo se detuvo y miro el punto exacto donde estaban Ioli y Xtanley, descendió hacia ellos y aterrizo en un pequeño hueco que encontró. Ioli fue corriendo en su busca, y para alivio de esta Felomeno estaba montado en Nenfris, ambos sanos y salvos. Felomeno bajo de Nenfris y cuando estuvo en el suelo Ioli se abalanzo sobre el abrazándolo sin querer soltarle.
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Re: Antrhïn, La Corona de los elfos
CONTINUACION DEL CAPITULO 4:
- Spoiler:
- Ioli: Me alegro mucho de verte, y de que estés bien, cuando volví y no te encontré yo…. No se que podría hacer sin mi mejor amigo.
- Felomeno: Gracias por preocuparte tanto, pero ahora tenemos problemas.- Felomeno se separo dejándola en el suelo con delicadeza, ya que el era mas alto que ella. Se quedo mirando a Xtanley extrañado.- ¿Quién eres?- le pregunto.
- Ioli: Oh me olvide, el es…- le miro un poco ruborizada, cosa de la que Felomeno se dio cuenta.
- Xtanley: Soy Xtanley, de la tribu de los elfos silvestres. ¿Y usted?
- Felomeno: Sir Felomeno, hijo del honorable Ankris, Conde de Antrhïn.
- Xtanley: Encantado de conocerle Sir Felomeno.
- Ioli: ¿Por qué te as presentado como “Sir”?- Le dijo susurrándole a Felomeno.
- Felomeno: Porque el es un desconocido, y Sir es mi titulo. Simplemente por eso. Además, no me inspira ninguna confianza.- Felomeno no sabia porque pero aquel elfo no le gustaba nada. ¿Seria porque parecía que a Ioli le gustaba demasiado? Felomeno empezó a pensarlo, pero no lo creía ya que veía a Ioli como su mejor amiga… ¿o no?
Unas extrañas dudas asaltaban los pensamientos de Felomeno, a las que este intento ignorar.
- Ioli: Y ¿Qué problemas dices que teníamos Felomeno?
- Felomeno: Claro, aún no os lo he dicho. Cuando nos tendieron la emboscada yo y Esturion intentamos darle tiempo a la reina para que escapara, eran demasiado para nosotros dos solos, pero intentamos vencerles, cuando vi que no podríamos decidí usar mi magia para acabar con todos, le dije a Esturion que se apartara, y lo hizo pero uno de ellos le dio un golpe dejándole inconsciente, me fije en quien era, y no era un clröth normal, este era mucho mas alto, y parecía mucho mas inteligente que el resto, creo que era el que manda sobre todos los demás, cuando le tenia cogido hizo un gesto parecido al que hizo Jrcö en la biblioteca y desapareció, llevándose a Esturion con él.
- Ioli: ¿Y no sabes donde se lo han podido llevar?
- Felomeno: Nenfris interrogo a uno de esos monstruos y este no dijo que están en una guarida subterránea en los limites del bosque.
- Nenfris: La estábamos buscando en el cielo, pero no veíamos nada.
- Xtanley: Creo que en eso puedo ayudar. Mi gente conoce estos bosques a la perfección. Si existe alguna guarida subterránea ellos lo sabrán.
- Felomeno: Estupendo, pero no hay tiempo de ir a buscar a los otros elfos silvestres.
- Xtanley: No hará falta ir a ningún sitio.
Xtanley pronuncio unas palabras inaudibles para Ioli y Felomeno, y al instante una elfa silvestre apareció de entre las arbustos. Xtanley y ella hablaron durante unos minutos, después la elfa se fue otra vez, adentrándose e el bosque.
- Felomeno: Y bien ¿Qué te a dicho?
- Xtanley: Esa es Nawin, mi hermana. Ella y mi gente irán a buscar dicha guarida. Cuando la encuentren vendrán a avisarnos.
Entonces Xtanley dio un salto y se subió a la copa de un árbol. Dejando a Ioli y Felomeno en el claro con Nenfris. Ioli le contó a Felomeno que ya sabia como abrir la barrera del bosque y todo lo que había ocurrido desde que se fue hasta el momento que se encontraron. Felomeno hizo lo mismo y cunado iba a preguntarle acerca de Xtanley, Nawin regreso.
- Nawin: La hemos encontrado.
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Re: Antrhïn, La Corona de los elfos
CAPITULO 5:
- Spoiler:
En el capitulo anterior Ioli encontró a la Reina, en compañía de un elfo silvestre llamado Xtanley, que la acompaño a ella y a Nerian en la busca de Felomeno y Esturion. Lograron encontrar a Felomeno y a Nenfris, estos les dijeron que el general había sido secuestrado y llevado a una guarida subterránea donde se escondía Jrcö. Una elfa silvestre encontró aquella guarida.
- Nawin: Venid conmigo, os guiare hasta allí.
- Ioli: ¿Pudiste ver al general?
- Nawin: No, lo siento, no llegue a adentrarme en aquel lugar, simplemente me quede observando.
- Ioli: Igualmente, muchas gracias.
Felomeno se subió encima de Nenfris y le tendió la mano a Ioli para ayudarla a subir, esta le agarró la mano y subió. Felomeno al cogerle la mano sintió algo extraño dentro de él, algo que ya había sentido antes, pero que no quiso mencionar. Cuando Ioli ya estaba bien colocada le sugirió a Xtanley que subiera también, cosa que a Felomeno no le agradaba, pero Xtanley rechazo la propuesta, y dijo que el ya tenía su propio medio de locomoción. Dio un silbido y un grifo aterrizo junto a el. Su aspecto era el de un grifo normal, la cabeza, patas delanteras y alas, de águila y el cuerpo, cola y patas traseras, de león, lo único diferente era que en las patas delanteras llevaba una funda de oro en cada garra. Xtanley se monto en él.
- Ioli: ¿Qué criatura es esa?
- Nenfris: Es un grifo, hacia mucho tiempo que no veía ninguno.
- Xtanley: Si, Brentmouth lleva mucho tiempo conmigo, y quedan muy pocos de su raza, los que quedan viven con nosotros en nuestras aldeas. Se ha convertido en uno de mis mayores amigos.
- Ioli: Es muy bonito tener una relación así. Yo y Nerian estamos igual de unidas.
- Felomeno: Yo y Nenfris también, ¿verdad amigo?
Felomeno acaricio el cuello de Nenfris, a lo que Nenfris respondió con un con un ronroneo.
- Felomeno: Es hora de partir, ¿estáis todos listos?
- Ioli: Yo si- agarro a Felomeno por la cintura para sujetarse durante el vuelo, lo que hizo ruborizarse a Felomeno, que seguía intentando ahuyentar los pensamientos sobre Ioli acerca de que ya no la veía como su mejor amiga, sino como algo más, y esto le disgustaba, ya que el quería que todo fuera como antes.
- Xtanley: Yo os guiaré, Nawin me dijo la posición exacta, donde esta recluido vuestro amigo.
- Felomeno: Bien pues tu iras delante- aun rojo por como le agarró Ioli.
Ambos despegaron, Brentmouth el primero seguido de Nenfris. En el viaje, Felomeno intento hablar con Ioli acerca de Xtanley, pero no se atrevía a preguntarle nada por la posible respuesta que podría darle, ya que Ioli nunca le había ocultado lo que sentía hacia otros elfos, siempre se lo habían contado todo, Ioli le contó a Felomeno la primera vez que sintió algo por un elfo de su escuela, algo que en aquella época a Felomeno no le molestaba. Pero ahora sabe que algo ha cambiado…
Después de media hora de camino Xtanley le grito que el resto del trayecto lo harían a pie, por lo k ambas criaturas descendieron hasta el suelo. Cuando aterrizaron, Felomeno y Xtanley le pidieron a sus monturas que permanecieran escondidas, y ambas se camuflaron. Empezaron el trayecto andando por el bosque. Ioli se había recorrido los bosque cientos de veces, pero no recordaba haber pasado nunca por aquel lugar. Al cabo de unos minutos llegaron a los límites del bosque.
- Nawin: Mi hermana me dijo que la base estaba allí.- señalando un punto, donde lo único que había eran árboles, ni siquiera había una pequeña porción de tierra removida, en señal de que hay puede haber una trampilla.
- Felomeno: Pues tu hermana se equivoco, porque allí no hay nada.- algo enfadado.
- Ioli: Quizás este no es el lugar, puede que sea unos metros hacia otro lado.
- Xtanley: No, estoy seguro de que fue exactamente aquí donde me dijo.
Ioli se adelanto, y empezó a sentir algo extraño a cada paso más poderoso. Se detuvo y miro a sus amigos.
- Ioli: Puede que tu hermana tenga razón. Necesito que vengáis los 2 para formar un círculo. Esa guarida esta protegida por una barrera que la hace invisible y no nos deja continuar.
Felomeno y Xtanley se acercaron y formaron el círculo. Se sentaron, cerraron los ojos y se concentraron en la barrera que había que destruir. Liberaron su energía e invocando un conjuro la barrera empezó a deshacerse, Ioli se dio cuenta del inmenso poder que poseía Xtanley, mucho mayor que el de ella misma. Al concentrarse aun mas la barrera se rompió y quedo ante ellos un puesto de guardia donde un clröth dormía placidamente. Ioli invoco un conjuro de hielo y congelo por completo al clröth matándolo y asegurándose de que no los delataría. Traspasaron el frente de seguridad y se encontraron con una entrada en el suelo que les conduciría hasta el general. Entraron sin ninguna duda y vieron que aquello estaba repleto de pasillos en todas direcciones. No sabían en que dirección ir, y con sus aspectos podrían ser detectados enseguida.
- Ioli: Si alguien nos ve tendremos problemas. Debemos ocultarnos.
- Xtanley: No es necesario.- se dio la vuelta e invoco un conjuro de invisibilidad en Ioli y Felomeno, y uno de cambio de forma en el mismo. Se convirtió a si mismo en un clröth.
- Felomeno: ¿Qué me has hecho?- intentando verse las manos.
- Xtanley: Simplemente te he ocultado a la vista del enemigo.
- Ioli: Es increíble, tendréis que enseñarme este conjuro.
- Xtanley: Como vos deseéis princesa.
- Ioli: Os pido que dejéis de llamarme princesa, llamadme simplemente Ioli.
- Xtanley: Preferiría llamaros princesa.
- Ioli: Muy bien como deseéis.- Ioli se sorprendió a si misma mirando a Xtanley sin parpadear, analizando cada centímetro de su cara y cada milímetro de sus dorados ojos, Xtanley la miro y esta aparto la mirada avergonzada.
- Felomeno: Pues sigamos.- Un poco molesto ya que se percato de todo lo que había pasado.
Continuaron el camino, en el que se cruzaron con varios clröth, que no se dieron cuenta de que 3 elfos pasaban a su lado. Recorrieron infinidad de pasillos sin encontrar ni al general ni a Jrcö. Pasaron por un gran corredor, donde unas enormes puertas metálicas custodiadas por 2 guardias llamaron su atención. Xtanley se acerco y los guardias abrieron paso. Los tres entraron a la gran sala donde se encontraba el general sentado en una silla con un aspecto muy cómodo, Jrcö sentado en un trono con unas piedras relucientes en la mano, que le resultaban tremendamente familiares a Ioli, y un clröth enorme muy distinto a los otros. Todos repararon en el general, con muy buen aspecto y degustando frutos del bosque, no parecía estar preocupado, ni tampoco preso. Jrcö y el general empezaron a hablar sin reparar en la presencia de Xtanley, ahora con aspecto de clröth.
- Jrcö: Bien, parece que el plan ha salido según lo previsto. La reina ya debe estar muerta, Felomeno también, y la princesa……. De la princesa te ocuparas tu Sando.
- General: Muy bien, déjeme a mí a esa renacuaja, en combate no sabe defenderse, la matare en unos segundos. Pero preferiría hacerlo mas tarde, estoy cansado de llevar esta apariencia.- el general se levanto y pronunciando un desconjuro adopto la forma del clröth grande que, según Felomeno, había secuestrado al general. Al mismo tiempo el individuo con el aspecto del llamado Sando adopto el aspecto de un clröth normal.
- Jrcö: Muy bien, la muerte de la princesa se acerca.
- Sando: Y ¿Qué haremos con el verdadero general una vez hayamos acabado con todos?
- Jrcö: ¿Y tu que crees? Le mataremos igualmente. Por ahora esta bien en los calabozos.
- Sando: Muy bien, y señor Jrcö, debería dejar de jugar con las joyas de la Corona, si se le caen no podrá controlar a todos esos estupidos elfos.
- Jrcö: ¡No eres quien para decirme lo que tengo que hacer! Ahora largo de aquí.
Las joyas de la corona eran las más poderosas gemas de todo el planeta. Con ellas se podía hacer el bien o el mal, dependiendo de en que manos cayera. Muchas de las antiguas guerras entre elfos y distintas razas fueron ocasionadas por la ambición de conseguir estas joyas. En las manos de Jrcö esa joya podría hacerle mucho daño al reino de los elfos. La corona siempre a pertenecido a la familia real de los elfos. Pero ahora que ha sido robada la ciudad de Antrhïn, y todas las demás ciudades elficas corren grave peligro de ser destruidas.
Sando salio de la habitación, y aun seguía sin reparar en la presencia de Xtanley. Cuando Sando al fin salio de la estancia Jrcö miro a Xtanley.
- Jrcö: ¿Qué haces aquí, estupido? Sal de mi vista.
- Xtanley: En los calabozos me dijeron que el general recluido pide alimento.- inventándoselo sobre la marcha, pero sin que se le notara en la voz que era mentira.
- Jrcö: Ese estupido general…… ya lleva aquí suficiente tiempo para saber que no le daremos nada que nos pida….. De acuerdo, tu- señalando a Xtanley.-acompáñame a las mazmorras.
- Xtanley: Si mi señor.
Jrcö salio de la habitación y Xtanley, seguido de Ioli y Felomeno, fue detrás de él. Recorrieron los pasillos hasta llegar a una zona mugrienta, donde casi no había luz, y donde un olor pestilente provocaba que te tuvieras que tapar la boca y la nariz para no respirarlo. Jrcö fue hasta una celda y se asomo por el pequeño ventanuco de la puerta.
- Jrcö: Asqueroso Esturion, ¿crees que por pedirnos que te demos comida te la vamos a dar?
- Esturion: No se de que hablas, apestosa rata, pero sal de mi vista, o pronto te arrancare esos traidores ojos.
Esturion se abalanzo hacia la puerta e intento coger a Jrcö, pero este se aparto y llamo a Xtanley para k disminuyera al general. Xtanley, Ioli y Felomeno entraron en la celda. Esturion intento atacarles pero Xtanley lo inmovilizo, ya que estaba muy débil. Lo sentó en el suelo, Jrcö, al ver que Esturion ya estaba en el suelo, se fue. Al quedarse solos Felomeno cerró la puerta, Esturion se quedo extrañado al ver que la puerta se cerró sola.
- Xtanley: ¿Hay alguien en el pasillo?
- Ioli: No, esta todo despejado.
- Esturion: No puede ser, he escuchado la voz de la princesa..- con cara de incredibilidad.
- Felomeno: General, Ioli y yo estamos aquí.- deshicieron el hechizo y se mostraron a Esturion, quien se alegro enormemente de verlos.
- Esturion: ¡Majestad! ¡Sir Felomeno! Es un honor verles de nuevo. Siento mucho no haberles protegido como la reina me ordeno.- muy abatido.
- Ioli: No se preocupe General, hemos sabido cuidarnos.
- Xtanley: Ahora que le tenéis debéis materializaros en palacio.- recupero su forma también.
- Esturion: Y vos ¿Quién sois?
- Felomeno: Es un elfo silvestre que a ayudado a Ioli
- Ioli: Y también a la reina, su nombre es Xtanley y es un gran maestro mago.- con mucha ilusión en su voz.
- Felomeno: Muy bien dejemos de alabar a Xtanley y salgamos de aquí.
- Ioli: Yo no puedo irme sin las joyas de la corona.
- Xtanley: Tiene razón…. Debemos recuperarlas. Felomeno y oiremos a por ellas. Princesa, usted deberá cuidar del general.
- Esturion: No se crea que soy tan débil, Xtanley, puedo defenderme solo.
- Ioli: Vamos general no sea insensato. Muy bien, le llevare junto a Nenfris. Le diré que te lleve a palacio y volveré para ayudaros.
- Felomeno: No Ioli, es muy peligroso, debes ir a palacio también.
- Ioli: No permitiré que el elfo que me ha intentado asesinar dos veces escape. Le detendré, le quitare las joyas y le castigare por todo lo que nos ha hecho sufrir a mí y a mis seres queridos.
- Xtanley: Debería irse a palacio, aquí solo correrá peligro.
- Ioli: He dicho que volveré para vengarme y lo haré.
Ioli se acerco al general, le agarró por el hombro y pronunciando la materialización desapareció para aparecer junto a Nenfris.
- Ioli: Tengo que volver en su ayuda.
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